Fey y Poehler, Empoderamiento femenino de «Saturday Night Live»

Por Daniel Flores

Antes que la estruendosa era Trump comenzara, la presencia del bien amado, Barack Obama, relajó los estándares de crítica social en los productos audiovisuales en Estados Unidos. A la par, los sistemas de streaming cobraban vigor, validando el auge de Netflix, Hulu o Amazon como los gigantes de este concepto, en el caso del primero, tornándose también en creador y distribuidor de contenidos, capaz de rivalizar con la TV abierta o de cable, que a su vez, tuvo que empezar a abrirse con propuestas más atrevidas e incluyentes, dando paso a talentos que en otra época hubieran pasado desapercibidos.

Ese fue el caso de la venerable emisión de comedia estadounidense, «Saturday Night Live», que en este 2018 celebra 43 años ininterrumpidos de transmisiones, evidentemente, cada sábado, de septiembre a mayo, bajo su indeleble sello de sketches políticos, parodias sobre situaciones sociales y segmentos musicales con artistas de moda. Así, desde su surgimiento en 1975, producido por el canadiense, Lorne Michaels, «SNL» ha visto desfilar a jóvenes artistas, quienes a lo largo del tiempo alcanzaron el éxito en el cine o la televisión, pasando por Eddie Murphy, Steve Martin, Chevy Chase, Martin Short, Dan Aykroyd, Bill Murray, Mike Myers Adam Sandler, Will Ferrell, Jimmy Fallon, Seth Meyers, Chris Rock, Billy Cristal, entre muchos otros… esperen… ¿sólo otros? ¿Y las mujeres?

Si bien, Gilda Radner y Jane Curtin, dejaron un legado en el programa, quizá, ninguna otra comediante había dejado tanto impacto hasta la aparición de Tina Fey, no necesariamente como actriz de cuadro, sino como jefa de guionistas de «SNL». Desde ese cargo, a partir de 1999, refrescó el programa, que ya había caído en una especie de refrito, mofándose una y otra vez del escándalo sexual del ex Presidente Bill Clinton. Sin embargo, Fey tuvo buen ojo con el futuro de la política norteamericana, al perfilar que la siguiente disputa presidencial, la primera del nuevo siglo en Estados Unidos, tendría dos contendientes de perfiles muy opuestos, y de paso, jocosos.

Así, «SNL» revivió sus viejas glorias, presentando las parodias de George Walker Bush, ex gobernador de Texas e hijo del ex mandatario, George Bush, y el Vicepresidente de la Unión Americana, Al Gore, quienes se enfrascaron en un duelo titánico por la Casa Blanca. Will Ferrell, interpretaba a un bobalicón Bush, y Darrell Hammond a un obtuso Gore, elevando los ratings a un nivel inimaginable, gracias a este combate actoral, sumamente gracioso, pero también ácido. Claro, bajo la supervisión de Tina Fey.

Lamentablemente, tras el 9/11, «SNL» tuvo que alinearse a la cacareada guerra contra el terrorismo de W. Bush, quien ya como máximo jerarca político, exigió a los medios aglutinarse a la causa, lo que rebajó la dura crítica que el nativo de New Heaven sufría en el programa. Sin embargo, eso impulsó a Tina Fey para convertirse en actriz de cuadro, realizando diversos personajes con una atrevida gama de chistes sexuales, convirtiendo en natural lo que hacían sus compañeros hombres, es decir, burlarse de lo que fuera sin tapujos.

A la par, Tina Fey consolidó al que quizá sea el mejor cuadro femenino de comediantes de «SNL» en toda su historia, que incluía a su compinche, Amy Poehler, además de Maya Rudolph, Ana Gasteyer y Rachel Dratch, quienes prácticamente durante los primeros cinco años del nuevo siglo, dominaron a placer la comedia nocturna, haciendo retornar a una mujer, la propia Fey, como una de las presentadoras del segmento más esperado del programa, el «Weekend Update», una especie de noticiario, este sí, de «fake news», junto a Jimmy Fallon. Incluso, tras la partida de Fallon de «SNL», ya con el control casi total, Fey y Poehler, tomaron las riendas del «Weekend Update», siendo conducido por vez primera por dos mujeres, que no temían a ningún tipo de juicio o crítica, principalmente, por su gran talento y la química presentada en pantalla chica (no así en el cine donde ni juntas ni separadas han logrado triunfar).

Ya en 2006, Fey emigró de «SNL» como la alumna consentida, para iniciar su propio camino, produciendo y protagonizando el exitoso sitcom, «30 Rock» sobre las vicisitudes de la creadora de un show de tv de comedia. Tras siete temporada y múltiples premios, el «bebé» de Tina Fey culminó transmisiones, pero posicionando a esta invaluable y empoderada creativa como una de las mujeres más destacadas de la industria. Y eso que ni abundamos en su maravillosa parodia de la ex contendiente a Vicepresidente de los Estados Unidos, Sarah Palin. Tan disparatada, y a la vez realista interpretación, le causó a Fey ser confundida con la propia funcionaria (y viceversa), exactamente como a veces le ocurre a Alec Baldwin, quien actualmente parodia a Donald Trump en la misma emisión.

Mientras Obama llegaba a la Presidencia en 2009, con su carácter refinado y educado, «SNL» entraba en una crisis ya sin las comediantes antes mencionadas, principalmente, porque parecía no existir un ángulo gracioso en Obama que los nuevos guionistas pudieran explotar. Tanto encanto poco ayudaba al actor, Fred Armisen, a concretar una buena mofa del mandatario en turno, lo que hizo caer los ratings, sin embargo, dos mujeres más habrían de salvar los sábados por la noche.

Continuará…

Autor: Shana

Actualmente el periodismo y los medios de comunicación están en constante cambio, en gran parte por las nuevas tecnologías. Por tal motivo, he creado shanafilms como un medio dedicado a acercar al público general una mirada profesional, crítica y entretenida a través del turismo, en cine, los videojuegos, el entretenimiento y estilo de vida, con contenidos originales.

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