No puedo salvar a todo el mundo, porque no soy Dios… pero puedo intentarlo, porque soy Superman.
Superman
Cuando parecía todo un lío la producción de cintas basadas en los superhéroes de DC Comics, la realizadora norteamericana, Patty Jenkins, logró no sólo sacar a flote un barco que se hundía, también, convirtió a Wonder Woman, en un filme interesante y exitoso, dejando en claro que la popularidad de la amazona estaba muy por encima de los estimados de Warner, compañía productora y distribuidora de todo lo que tenga que ver con los personajes de DC. La película parece que romperá la marca de los 800 millones de dólares, para convertirse en el logro más importante del combo DC-Warner, al menos desde el reboot cinematográfico, iniciado en 2013 con El Hombre de Acero (Zack Snyder).
A pesar de los logros en taquilla de Batman vs. Superman (Snyder, 2016), que acumuló 873 millones de billetes verdes, y Suicide Squad (David Ayer, 2016), que cinceló 745 millones en ingresos, un gran porcentaje de fans, blogueros y comunicadores especializados, no quedaron conformes con los productos finales, considerándolos filmes mal organizados, de guiones confusos, erróneamente editados o demasiado “oscuros”, además de la presencia de actores, que, según esta audiencia, era discordante con los amados caracteres de DC, por ende, las interpretaciones de Ben Affleck como Batman, Jared Leto como el Guasón o Jesse Eisenberg como Lex Luthor, hizo rabiar a más de uno.
Del otro lado de la moneda, la incipiente competencia que DC-Warner ha representado para Marvel Studios en la última década, ha traído algunos aciertos, como por ejemplo, el Oscar por Mejor Maquillaje y Peinado, otorgado a Escuadrón Suicida en este 2017, o las revelaciones de Margot Robbie, interpretando el debut cinematográfico de la alocada, Harley Quinn, y el protagonismo de Gal Gadot, como la amazona favorita del planeta, Diana, Wonder Woman.
Al igual que Marvel, que colocó a un genio como presidente, Kevin Feige, productor de todas las cintas de esta compañía, de 2008 a la fecha, DC, desde 2016, empleó al autor, Geoff Johns, como titular de DC Films, para corregir el rumbo. Entre los mega éxitos comiqueros de este artista, nativo de Detroit, sobresale, Infinite Crisis y Green Lantern: Rebirth, los cuales, durante el nuevo siglo, replantearon el Universo DC, tornándolo más peligroso, violento y crudo. Sin embargo, para pocos es un secreto que una legendaria empresa como Warner, prestigiosa y poderosa, tiene también una constante lucha de poderes (casi desde su fundación en 1923), entre ejecutivos, productores, directores y hasta actores, misma que merma el control del encargado en turno.
Desde los ochenta, dos individuos, más entusiastas que creativos, han tenido posesión de los derechos, o parte de estos, de personajes como Superman y Batman. El primero, Jon Peters, se enamoró del cine siendo un extra infantil en Los Diez Mandamientos (1956), producción en la que atisbó al todopoderoso, Cecil B. de Mile, dejándolo tan impresionado que pretendió hacer una carrera en Hollywood, siendo su gracia más destacada, contar con los derechos cinematográficos de Superman. Así, este originario de California, obsesionado con las arañas gigantes, tuvo que ver, en gran medida, con el fracaso de Tim Burton en su intento por llevar al cine al kriptoniano, encarnado por Nicolas Cage. Para Superman regresa (2006), Peters fue uno de los que idearon darle un hijo a Kal-El, decisión impopular que contribuyó al desdén del público para con la cinta.
En su ahínco y necesidad de protagonismo, Peters siempre ha pedido que Superman confronte a un arácnido inmenso, ya sea biológico o artificial, situación que más o menos logró en el filme de Snyder, en el momento en el que el paladín de la capa roja combate con la máquina de terra-formación. Para su buena suerte, Jon Peters vio cumplido en parte este deseo, cuando produjo Wild, Wild West (Barry Sonnenfeld, 1999), con la escena en la que el malévolo, Loveless, (Kenneth Brannagh), conduce una araña mecánica.
Por su parte, en la otra esquina, tenemos a Michael Uslan, ferviente admirador de Batman, tenedor de los derechos del encapotado. Afortunadamente, este productor ha dejado que los artistas trabajen, si bien no quedó del todo contento con los filmes, Batman y Robin (1997) y Batman Forever (1995), de Joel Schumacher. Evidentemente, Uslan, en los casos de Batman (1989) y Batman regresa (1992) de Burton, y la aplaudida trilogía de The Dark Knight (Christopher Nolan), alzó la mano para pedir su crédito, como si en algo hubiera tenido que ver en los destinos de estas tremendas producciones.
Imagínense entonces poner de acuerdo a Peters (a quien Nolan le impidió aparecerse en el set de El Hombre de Acero), Uslan y Snyder para Batman vs. Superman, ¿quién habrá tenido el control, o acaso tantas manitas en el pastel, terminaron por desbaratarlo? Si bien será complicado saber la verdad, lo cierto es que Warner está acostumbrado a trabajar así, permitiendo que ejecutivos y creativos opinen, lo que, a la hora de entrar en competencia con el rival, provoca una falta de liderazgo, la cual parece que Geoff Johns ha venido a subsanar.
En el futuro cercano de DC-Warner, se aproxima Justice League parte 1, para el próximo noviembre, bajo la dirección, otra vez, de Snyder. Pero, de manera sospechosista, hace unos meses, Zack pidió tiempo, para estar con su familia, tras el deceso de su hija, Autumm, acaecida en marzo de 2017. Al relevo, y para concluir el rodaje, así como la post-producción, arribó el creador de Buffy la cazavampiros, Joss Whedon, experto en este tipo de ensambles, no sólo por haber dirigido las multi-exitosas, Avengers 1 y 2, de Marvel, también, por su capacidad para manejar producciones con una larga lista de personajes centrales. Si bien DC-Warner despidió amablemente a Snyder, no dijo si volvería a sus tareas próximamente.
Whedon también ya está listo para rodar Batgirl, lo que representaría la segunda aparición en la pantalla grande de la heroína pelirroja, luego de la participación de Alicia Silverstone en Batman y Robin. Se rumora insistentemente que actrices como Elle Fanning y Emma Roberts podrían dar vida a Bárbara Gordon, el alter ego de esta fémina murciélago. Tras la noticia, curiosamente, algunos sitios de internet, hicieron aparecer un fragmento del supuesto guión que alguna vez escribiera Whedon para realizar, en la década pasada, una cinta sobre Wonder Woman. En este texto, se presentaba a la amazona, según varios blogs, de manera sexista, lo que ocasionó un debate sobre si este realizador era el indicado para el proyecto de Batgirl.
Sin entrar a fondo en la polémica, pareciera que los mismos “medios” de siempre, se encargan de soltar rumores que agravan la situación de DC-Warner, mientras que esconden la mano para no criticar el exagerado tono de comedia con que Marvel maneja sus películas. En el caso de Joss Whedon, la prueba más que clara de su labor como arquitecto de heroínas empoderadas, es la serie Buffy (1997-2003) con Sarah Michelle Gellar, interpretando a una joven heroína, que poco usaba su físico para lucir sus dotes de líder, a través de siete temporadas. Misma situación ocurrió con Eliza Dushku, quien encarnó a Echo, la protagonista de Dollhouse (2009-2010), otro serial creado por el nativo de Nueva York, en el que ella recurría a su sagacidad e inteligencia para resolver las intrigas futurísticas de esta emisión.
En el caso del encapotado, el director, Matt Reeves (La guerra del planeta de los simios, 2017), estará a la cabeza de The Batman, filme que Affleck conduciría originalmente, sin embargo, tras una “amigable” charla con los directivos de Warner, optó por sólo protagonizarla, y de paso, anunciar, de mala gana, que dejaba sus otros proyectos, como actor y realizador, para concentrarse en dar vida al Hombre Murciélago. Sobre el guión, Reeves ha declarado que pretende darle una atmósfera a la Alfred Hitchcock, realzando la figura de detective de Batman.
Igualmente, se prevé que, para 2019, DC-Warner estrene seis películas del Universo Batman, incluyendo la secuela de Suicide Squad, así como Gotham City Sirens, bajo la dirección de Ayer, y el regreso de Robbie como Harley Quinn, más los agregados de Catwoman y Poison Ivy (se empieza a rumorar que la mexicana, Eiza González podría ser la nueva mujer gato). Además, se estrenarían Nightwing; el spin-off de Escuadrón Suicida, Deadshot, con Will Smith, más The Batman, y seguramente, Batgirl.
Sin embargo, DC-Warner, antes de alocarse con estas producciones, requiere encontrar director para The Flash con Ezra Miller, Green Lantern Corps, Black Adam, Shazam y Cyborg, así como atender a sus dos reinas, Jenkins y Gadot, quienes pretenden un jugoso aumento de sueldo para Wonder Woman 2, continuación que se situaría en la década de los ochenta.
Además, todavía tiene que enfrentar el desastre en que podría convertirse Justice League, ante las posibles críticas por el desgastado trabajo de Snyder, que ya ha fastidiado a los fans y no tan fans de DC. Según relatan varios columnistas norteamericanos, las primeras escenas del filme, se asemejan a El Señor de los Anillos. Así, aparece una épica batalla en tiempos inmemoriales, entre las huestes del súper-villano, Darkseid, y una alianza surgida de Amazonas, Atlantes y seres humanos, encabezada por la Reina Hipólita (Connie Nielsen), que logra una apoteósica victoria, obteniendo el control de tres Mother Box, una especie de súper computadora, mismas que se reparten entre el trío de razas, muy al estilo de los anillos de Lord of the Rings, por cierto, distribuida por Warner.

El que sí parece llevar todas las de ganar es Jason Momoa en Aquaman, sacando de su confort al rubio héroe, tornándolo en un macho alfa, salvaje y estepario, rodeado de un universo propio, con personajes como Mera, encarnada por Amber Heard, la Reina Atlanna, interpretada por Nicole Kidman, y villanos muy reconocidos como Ocean Master (Patrick Wilson) y Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II).

Así las cosas, esperemos que Geoff Johns pueda trabajar en paz, y construya una verdadera competencia con Marvel-Disney. De lo contrario, bien podrían conformarse con filmar Wonder Woman vs. Aquaman, y si todo falla, está la posibilidad de un enésimo reboot.