En los últimos seis años la piratería se incrementó 584% y alcanzó ganancias de 75 mil millones de dólares anuales, entre las cuales el 7% viola derechos autorales de artistas plásticos como pintores, escultores, grabadores, fotógrafos y diseñadores gráficos, asegura Alejandro Desfassiaux, autor del libro Cómo poner un alto a la inseguridad en México.

Aunque es un hecho que la piratería es un sector dominado por el crimen organizado, “lamentablemente pasa desapercibido hasta por los propios ciudadanos que ilegalmente bajan imágenes de la red sin pagar los derechos de autor correspondientes”, comenta el también Presidente Fundador del Consejo Nacional de Seguridad Privada.

Cada año se descargan ilegalmente 1812 millones de imágenes y el 56% lo hicieron cibernautas de las clases socio económicas A,B y C+, lo que representa ingresos no generados de 5,623 millones y si se considera la piratería en audios, películas y e-books la cifra se incrementa a 16,022 millones de pesos.

 “Es importante recordar que esto sólo corresponde a la piratería en Red, pero cada vez es más preocupante que la gente asuma este delito, en el que está implicado el crimen organizado, como cotidiano, tolerable y hasta emulable”, refiere Desfassiaux.

De acuerdo al autor, “sólo el 13% de los creadores en México se decidan a proteger su obra contra plagios, réplicas ilícitas y copias apócrifas. Los demás asumen erróneamente que nadie les robará”.

La desprotección a los artistas, que se manifiesta claramente al haber desechado el Acuerdo Comercial contra la Falsificación (ACTA por sus siglas en inglés), resulta ilógico si se considera que el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) lo aporta el sector artístico del país y México aparece entre las principales 20 que exporta arte al mundo. “Es la única nación de América Latina que se presenta en el ranking “, concluye Desfassiaux.