Sélector Juvenil, ha hecho llegar a mis manos el libro Veneno para la reina de Jeff Wheeler, un libro que nos remitirá a Ceredigion, más exactamente a Kingfountain un reino envuelto entre misterios rumores y un Rey que inspira terror a raíz de las historias de la gente del lugar.
Jeff Wheeler, desde 2014 se dedica a la escritura tras renunciar a su trabajo en Intel y además fundar Deep Magic: una e-zine trimestral de historias de fantasía y ciencia ficción donde tanto autores ya reconocidos como emergente pueden publicar sus historias.
Al abrir las paginas de este libro el primer acercamiento que tenemos con la historia es a través de un mapa conde conoceremos la ubicación de cada una de kas naciones que se encuentran alrededor del reino de Ceredigion, y posteriormente una breve sinopsis d e cada uno de los personajes principales en torno a los que gira la historia.
Veneno para la reina nos cuenta la historia de Owen Kiskaddon, un pequeño que a sus ocho años de edad es enviado al reino de KingFountain a servir al Rey Severn como rehén ya que en caso de que su padre traicione por segunda vez al Rey, el pequeño infante sera ejecutado.
Conforme progresa la historia Owen irá descubriendo los secretos al rededor del castillo y por ende se irá haciendo de amigos como Dominic Mancini un espía que trabaja para el rey, Ankarette Twynneowe una mujer que alberga un secreto donde se involucran la vida la muerte y el destino de un reino; y Elysabeth Victoria Mortimer una niña de su edad muy perspicaz y que le ayudará en diversos momentos a Owen.
El libro además de relatar la historia en tercera persona y permitir que seamos espectadores de una aventura llena de magia y misterio, incluye algunas cartas redactadas por el personaje llamado Dominic Mancini que desde su punto de vista y que además nos servirán para entender algunas acciones de los personajes.
El libro tiene un sustento histórico donde al final del libro el autor explica de donde obtuvo inspiración para la historia y los personajes, así como lo que nos esperará en la segunda parte…
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